Pedro Rojas, así, después de muerto
se levantó, besó su catafalco ensangrentado,
lloró por España
y volvio a escribir con el dedo en el aire:
"¡Viban los compañeros! Pedro Rojas".
Su cadaver estaba lleno de mundo.
España. Aparta de mí este cáliz (extracto) - 1937 - César Vallejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario