- ¡Ay! -
decía el
ratón- El mundo se vuelve cada
día más pequeño. Primero era tan ancho que tenia miedo,
seguía adelante y me
sentía feliz al ver en la
lejanía, a derecha e izquierda, algunos muros, pero esos largos muros se precipitan tan velozmente los unos con los otros, que ya estoy en el ultimo cuarto, y
allí, en el
rincón, esta la trampa hacia la cual voy.
- Solo tienes que cambiar la
dirección de tu marcha - dijo el gato y se lo
comióTraducción Alejandro Ruiz Guiñazúl
Fabulilla - Franz Kafka - Bestiario - Edición de Jordi Llovet - Anagrama
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