sábado, 22 de mayo de 2010

Apago el monitor, apago la televisión, cierro un libro (con fotitos), corto las tres cuerdas que me quedaban en la guitarra, me como la única pintura que pinte, quemo todo lo que haya escrito. Cierro las puertas, y abro las canillas. Agarro mi bicicleta, salgo de la casa. Bajando hacia la baulera, me tomo la última gota de la botella vacía. Hay voces hablando-me, las miro con lo ultimo de mi curiosidad. Extraño edifico, voy bajando cada vez más. Salgo del ascensor con la bicicleta, ando por los pasillos por unas semanas, algunos kilometritos, llego a un baúl, no es enorme pero al fin y al cabo es un baúl. Me saco las piernas, después desconecto los cables, después las manos, los brazos, por ultimo, la cabeza. Meto todo ahí adentro, una de las voces me pregunta que hago, es lo último que reconozco de este edificio. Se cierra el baúl, se cierran mis ojos
Me despierto

Esto NO fue un sueño.

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