domingo, 9 de mayo de 2010

Ese espantapájaros de mierda –Lo señala y asiento. No se si me lo dice a mi, no se si se lo dice a alguien
Ese espantapájaros? – le pregunto mientras me ayuda a abrochar el cinturón
Ese –Pasamos justo por el medio, yendo a ningun lugar. Pasamos un segundo igual, después seguimos rapido
Ese espantapájaros, es el bandido? –Asustado, no se de que. No me contesta, me quedo mirandolo, hasta que no puedo más. ¿Será el de la canción? ¿Será el? El espantapájaros de mierda, el espantapájaros bandido
Pasa un tiempo, aprendi a abrocharme el cinturon yo solito.
Es normal pensar así, no veo ningún problema, nadie ve ningún problema, esta todo bien (se siente el bocinazo del ladron de bancos, uno recuerda películas viste?). El hospital huele a vendas podridas y a bolas de pelos.
Ese espantapájaros de mierda.

Una guerra que no es una guerra y después…
Salgo del bosque por la cuarentaycuatro, desnudo, agitado, con llagas por todos lados. Me siento en un banquito, en el medio, viendo a ningún lugar. Al lado mío esta el, el espantapájaros y pasa un coche por la gruta y un señor señala hacia acá, hacia nosotros y un chiquito asiente. Miro el pasto.
Nos quedamos toda la tarde charlando.

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