martes, 17 de agosto de 2010

Una música para bajar por la escalera caracol. La misma por donde suben todos tus demonios apretados. Una escalera en la oscuridad y casi, en lo que parece el vacio. Una escalera con la Entrada en la superficie de tu cara. Los demonios van subiendo, todavía riendo, también riendo porque vos también reis. Hasta que te ven, con tu acordeón y tus orejas sangrantes. Y se quedan ahí, parados, sin entender muy bien que es lo que pasa. Y antes que Nadie diga nada, los dejas subir, los dejas seguir por su camino, pero con una verdadera y sabrosa sonrisa en la cara. Entonces continúas bajando, tocando una música para continuar bajando. En la superficie sabrás que le paso a los demonios, esa ansiedad casi no aparece. En un momento no podes reconocer tu cara por la bruma de las profundidades, pero todavia suena una música para continuar continuando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario