domingo, 28 de marzo de 2010

Se limpia los zapatos y vuelve a entrar.
La casa huele a pollo y pelo quemado
Un molusco lo saluda acostado en el sillón.
Se miran por unos segundos.
Los segundos se vuelven horas.
Las horas pasan y el molusco muere de deshidratación.
El deja de sonreír, como si limpiase una navaja.
La cocina es un baile de moho y humedad.
Abundan serpientes y platos sucios,
La heladera se queda paralizada por el miedo, mientras el
Atraviesa el patio como una langosta.
Espera sentado en el pasto, los regadores le hacen compañía.
Le cuentan chistes y le charlan un poco.
Solo un poco.
Finalmente aparece ella.
(En estos cuentos siempre hay un ella)
Atraviesa el patio como el día y la noche.
Lo ignora, y vuelve al bosque.

El sonríe y la sigue.

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