martes, 20 de abril de 2010

Abre el paraguas y se queda desnuda, como una flor del medio evo, como la esperanza del pueblo.
Al lado de las maquinas expreso y los edificios en ruinas, la observo. Ensoñado, romántico, completamente romántico, masturbándome con la mirada.
Soy un genio en eso.
De chico, cuando no tenía dos pesos, iba a los kioscos y me quedaba contemplando las golosinas y las papas fritas.
El kiosquero me preguntaba que quería
Nada
A mi me bastaba con mirarlas.

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